Mimar Sinan, el Miguel Ángel otomano
- Ex Oriente Lux
- 29 nov 2020
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Pocos lo conocen, pero Sinan es el gran arquitecto de la edad de oro del Imperio Otomano, creador de un estilo que se seguirá durante siglos. Nacido en el seno de una familia cristiana en la última década del siglo XV, fue pronto reclutado para formar parte del cuerpo de los jenízaros. En su caso, parece ser que era de familia griega, originaria de la Capadocia, aunque no se sabe con exactitud ya que los archivos de los jenízaros se perdieron en el siglo XIX debido a un incendio. Este, era el cuerpo de élite del ejército otomano, formado por niños de familias cristianas a los que raptaban y educaban en el Islam para ser los funcionarios de alto rango del Imperio cuando crecieran.
Como militar, Sinan visito un gran número de ciudades, tanto en Asia menor como Europa, empapándose de numerosas influencias artísticas. Así, durante numerosas campañas militares en las que participó podría conocer el gótico europeo durante la toma de Belgrado en 1521, la batalla de Mohács contra los húngaros de 1526 y el románico durante la campaña alemana de 1529; el arte clásico greco-romano durante las conquistas de Rodas y Corfú en 1522 ; así como el arte oriental durante la campaña contra Persia de 1534, aparte, claro, de conocer bien el arte bizantino desde su infancia. Su fama como arquitecto fue poco a poco creciendo y tras realizar edificios menores para una de las esposas del Sultán, recibió el encargo de este para construir su primera gran obra, la Mezquita de Sehzade en Estambul, en honor de un hijo del sultán Solimán el Magnífico muerto prematuramente.

A pesar de contar en ese momento con 50 años (edad ya avanzada), fue nombrado jefe de los arquitectos imperiales, cargo que detentaría durante los siguientes 50 años, ya que murió cuando rondaba los 100 años.

Durante su longeva carrera diseñó y construyó más de 150 mezquitas, 57 colegios,48 baños (hamman), 35 palacios (saray), 22 mausoleos (türbe), 20 caravanserai, 17 cocinas públicas, 8 puentes, 8 almacenes de casas o graneros, 7 escuelas coránicas, 6 acueductos y 3 hospitales; a lo largo y ancho de todo el Imperio turco.
Sinan contribuirá al mundo musulmán a quitarse de encima la sensación de inferioridad frente al renacido auge cultural de la Europa cristiana debido al Renacimiento y la recuperación de los valores clásicos greco-romanos como el mismo Sinan apunta en su autobiografía:
“…Los arquitectos de cierta importancia en países cristianos se sienten muy superiores a los musulmanes, porque hasta la fecha éstos jamás han realizado nada comparable a la cúpula de Santa Sofía. Gracias a la ayuda del Todopoderoso y al favor del sultán he conseguido construir para la mezquita del sultán Selim una cúpula que supera a la de Santa Sofía en cuatro zira (varas) de diámetro y seis de altura…”.
Mimar Sinan. Autobiografía
A su muerte será enterrado en una türbe diseñada por él mismo en una zona de gran prestigio, situada cerca de las tumbas de sus principales mecenas: el sultán Solimán el Magnífico y su esposa Roxelana.
Además, de su taller de arquitectura saldrán discípulos que participarán en edificaciones como la del puente de Mostar, la Mezquita Azul de Estambul o el Taj Mahal mogol en la India.
Entre sus obras, destaca por encima de todas la Mezquita de Solimán o Suleymaniye en Estambul.

En su honor posteriormente un cráter del planeta Mercurio fue bautizado con su nombre, así como la Universidad de Bellas Artes de Estambul y la de Ankara. Su efigie aparecía en los antiguos billetes de 10.000 liras turcas entre 1982 y 1995.
Fuente:
“Mimar Sinan, el gran arquitecto del sultán”, National Geographic, 2020.
“Sinan, genio de la arquitectura islámica”, R.H. Shamsuddín Elía, 2002.
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