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Neithotep: la auténtica primera mujer-faraón de Egipto

  • Foto del escritor: Ex Oriente Lux
    Ex Oriente Lux
  • 21 oct 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 28 mar 2021

Todo el mundo ha oído hablar de las poderosas faraonas del Antiguo Egipto, desde la célebre reina Cleopatra, Nefertari, la amada esposa de Ramses II, o la bella Nefertiti que se cree que gobernó después de la muerte de Akenatón al menos durante un año. Muchos otros también habrán oído hablar de Hatshepsut, a quien comúnmente se le otorga de manera errónea el título de la primera mujer-faraón de la historia de Egipto. Todas ellas son cronológicamente muy posteriores en el tiempo a la olvidada Neithotep, la primera mujer que verdaderamente fue faraona de Egipto. En un tiempo tan remoto como los albores de la civilización egipcia, allá por el siglo XXX a. C., lo que además la convierte posiblemente en la monarca femenina más antigua conocida en la historia universal.


El descubrimiento de la existencia de esta reina ha traído de cabeza durante años a los arqueólogos e historiadores debido a la falta de información que a día de hoy se ha preservado sobre ella. Desde su enlace real hasta su fallecimiento, la vida de esta reina gira en torno a un halo de misterio que sólo podrá resolverse con la aparición de nuevas pruebas arqueológicas.

El nombre de Neithotep, cuyo nombre significa “la diosa Neith está en paz/ satisfecha”, está relacionado con Neith, la diosa de la guerra y la caza. Esto siguió una tradición que se practicó notablemente durante la primera dinastía: muchas reinas (como Merneith / Meritneith, otra posible faraona y descendiente de Neithotep) y princesas (como Aha-Neith, Her-Neith, Nakht-Neith y Qa'-Neith ) también tenía nombres que hacen referencia a la deidad. Como esposa del faraón, Neithotep ostentaba varios títulos piadosos y de élite: La principal de las mujeres (Egipto. Khenty wat ) y el de Consorte de las Dos Damas (Egipto. Semat Nebty ). Es posible que Neithotep tuviera más títulos reales, pero estos aún no se han descubierto. En el momento en que Neithotep gobernó, aún no se habían introducido muchos títulos reales para reyes y reinas. En este estado temprano de desarrollo jeroglífico, es posible que los primeros egipcios aún no supieran cómo expresar ciertos títulos.


Neit escrito en jeroglífico

El papel que desempeñó la misteriosa reina Neithotep fue el de esposa real tras desposarse por motivos políticos con el primer faraón del Antiguo Egipto conocido por el nombre de Narmer, quien según se cree consiguió unir el Alto y el Bajo Egipto por primera vez, dando comienzo la era faraónica. Algunos eruditos piensan que esta reina podría ser originaria del Bajo Egipto, y que su unión en matrimonio con Narmer, oriundo del Alto Egipto, posibilitó la unión de las dos tierras en el linaje real. Legitimó su estatus de pimera esposa del faraón y transmisora dinástica cuando dio a luz al primogénito varón Horus Aha (El luchador), sucesor del rey Narmer y segundo faraón de la Dinastía I.


Mastaba atribuido a Neithhotep que se cree que fue construido por Hor-Aha


Las pruebas arqueológicas han demostrado que la reina falleció durante el reinado de su hijo Horus Aha, quien ordena la compleja construcción de una mastaba en el cementerio de Naqada, de unos 53,4 x 26,7 m, siguiendo el mismo estilo arquitectónico de la época. Su mastaba fue excavada en primer lugar por el ingeniero civil de minas, geólogo y arqueólogo francés Jean-Jacques de Morgan (1857- 1924) a finales del siglo XIX, quien alcanzó mayor notoriedad en el campo de la arqueología gracias al descubrimiento de la famosa Estela de Hammurabi. La superestructura consistía en una enorme mastaba hecha de adobe endurecido, cuyas paredes exteriores tenían nichos. Ahora está completamente destruido debido a la erosión condicionada por el tiempo. Debido a su enorme tamaño, se creía que la tumba era la del faraón Narmer.

Después de identificar a la verdadera dueña de esta mastaba, se pensó que Neithotep era un gobernante masculino: su tumba extraordinariamente grande y el serej real que lleva su nombre en varias impresiones de sellos llevaron a los egiptólogos e historiadores a la creencia errónea de que podría haber sido un rey aún desconocido. Sin embargo, a medida que se desarrolló la comprensión de los primeros escritos egipcios, los eruditos se enteraron de que Neithotep era de hecho una mujer noble de rango extraordinario. Junto con esta comprensión, los eruditos la veían ahora como la esposa del rey Narmer y madre de Hor-Aha. Esta visión fue promovida por las impresiones de sellos de arcilla encontradas en su tumba que muestran los serejs de Narmer y Aha. El nombre de Neithotep aparece en varias impresiones de sellos de arcilla dentro de un serej, una moda que comúnmente estaba reservada solo para gobernantes masculinos. En segundo lugar, su tumba es de un tamaño extraordinario y tiene su propio recinto de culto. Por lo demás, este caso solo se conoce de la reina Meritneith( otra gobernante femenina que se casó con Aha, el hijo de Neithotep). Esta comprensión lleva a los egiptólogos ahora a la teoría de que la reina Neithotep también pudo haber ocupado el cargo real de un rey aún infante como una especie de reina sustituta o reina regente. Ahora se sabe que tal acto fue bastante común en los primeros tiempos de Egipto. Las dinastías reales fueron fundadas en los primeros tiempos por madres reales, no por herencia de padres a hijos. Sim embargo otro hallazgo arqueológico demostró que esta reina debió de tener un poder mucho más amplio que el de una imple reina regente. Las inscripciones de Wadi Ameyra despejaron dudas sobre el poder real de esta mujer: estas revelan que Neithotep organizó y ordenó una expedición a la península del Sinaí en un intento de extraer minerales y cosechar materias primas. Pero tal acto comúnmente requería poderes reales que una mera reina consorte no tenía, no a menos que fuera de hecho un gobernante independiente y completamente autorizado. Aunque últimamente hay expertos que defienden algunos descubrimientos más recientes sugieren que Neithotep podría haber sido en cambio una esposa de Hor-Aha, y la madre y corregente del sucesivo gobernante Dyer. De todas formas, años arriba, años abajop, la evidencia arqueológica también indica que pudo haber gobernado como faraón por derecho propio y, como tal, habría sido la monarca femenina más antigua conocida en la historia.

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