El Serapeum de Saqqara: el sitio que inspiró el mito del Laberinto de Creta
- Ex Oriente Lux
- 17 jun 2020
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El Serapeum de Saqqara, o Serapeum de Menfis, es una necrópolis subterránea situada al norte de Saqqara, cerca de Menfis, la antigua capital del Egipto faraónico, donde se enterraron los sagrados toros de Apis. El nombre Serapeum fue dado posteriormente por Estrabón, historiador griego del siglo I d. C., al asociar Apis a Serapis.
El templo fue descubierto por Auguste Mariette, que había ido a Egipto a recoger manuscritos en idioma copto, pero luego se interesó por los restos de la necrópolis de Saqqara. En 1850, Mariette encontró la cabeza de una esfinge que sobresalía de las cambiantes dunas del desierto. Recordó entonces un pasaje de los escritos de Estrabón en el que describe una avenida con 150 esfinges de vacas conduciendo solemnemente al Serapeum. Limpió la arena y siguió el bulevar hasta el sitio. Después de usar explosivos para limpiar rocas que bloquean la entrada a la catacumba, excavó la mayor parte del complejo. Debajo de sus pies se hallaba un túnel excavado directamente en la roca del que salían cámaras laterales que albergaban colosales sarcófagos de granito, basalto y piedra caliza. Cada uno de ellos pesa unas sesenta toneladas, de unos 3 a 4 metros de alto por 4 o 6 metros de longitud. Podría parecer que nos encontramos ante los sarcófagos de antiguos gigantes pero fueron realizados con el propósito de contener los restos momificados de toros sacrificados en honor del dios Apis, el toro solar de la fertilidad, que se solía representar como un toro o un hombre con cabeza de toro y un disco solar en la cabeza. Todos los sarcófagos estaban vacíos cuando fueron redescubiertos en el siglo XIX, todos menos uno, en el que se halló un toro momificados que en su pecho llevaba un pectoral de oro de Ramsés II. También encontró en este sitio la famosa estatua del «escriba sentado» que se considera una de las más bellas esculturas egipcias.

El lugar debió ser un complejo importante donde se realizaba un complejo rito sagrado difícil de entender para nuestras mentes modernas. Mediante este ritual que simbolizaba el renacimiento del dios Toro, se creía que los toros se volvían inmortales después de la muerte como Osiris-Apis. Los estudiosos creen que el Serapeum fue creado por el faraón Amenhotep III, uno de los más grandes faraones de Egipto y que los toros sagrados siguieron enterrados en el mismo lugar hasta tiempos del Imperio romano. Se ha especulado mucho acerca de la conexión de este lugar con el mito del Laberinto de Creta donde se hallaba el legendario Minotauro. Algunos han querido ver en el Serapeum la parte de realidad que inspiró a los griegos para construir el mito del laberinto cretense.
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